Silvia es más que una entrenadora: es una guía sensible y atenta que acompaña desde el cuerpo, pero también desde la emoción. Su enfoque une lo físico, lo mental y lo emocional, entendiendo que no somos piezas separadas, sino un todo que necesita ser escuchado.
Con una trayectoria que integra el entrenamiento funcional, el yoga, la respiración consciente y el acompañamiento emocional, Silvia ha desarrollado un estilo propio que se adapta a las necesidades reales de cada persona. Su mirada va más allá del rendimiento: se enfoca en el bienestar profundo, en el habitar el cuerpo desde el respeto y no desde la exigencia.
En sus sesiones, no hay lugar para el juicio ni para el “tienes que”. Hay espacio para el autocuidado, la exploración y el descubrimiento personal. Silvia acompaña a mujeres y hombres a entrenar desde otro lugar: uno donde la fuerza también se construye desde la calma, donde el movimiento se convierte en una herramienta para sanar, y donde el cuerpo vuelve a ser un aliado, no un campo de batalla.
Ya sea a través de una clase de yoga, un entrenamiento personalizado o una conversación que abre puertas, Silvia sostiene desde la presencia. Cree profundamente en el poder del movimiento consciente y en el valor de parar, mirar hacia dentro y empezar desde ahí.
Porque moverse también es escucharse. Y entrenar, en su propuesta, es un acto de amor propio.
“No es solo moverse. Es volver a ti.”
